Autor para correspondencia MVZ. Cristina Yadira Gómez Sánchez.

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La labor más importante de la medicina veterinaria a lo largo de la historia ha sido preservar y velar por la salud humana, a través del cuidado de la salud animal, de esta manera el control de las enfermedades zoonóticas toma uno de los lugares más importantes en las acciones que los médicos veterinarios desempeñamos.

Por las mismas razones desde hace algunos años, el concepto de UNA SOLA SALUD ha venido tomando cada vez más fuerza, este concepto respaldado por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) nos habla de que la salud humana, la salud animal y la salud ambiental están estrechamente conectadas y son dependientes una de las otras, la salud de uno afecta la salud de todos.

Aproximadamente 60% de los patógenos que son capaces de atacar al hombre, son enfermedades zoonóticas lo cual nos dice la magnitud de la importancia que significa su prevención.

Dentro de las enfermedades zoonóticas, la rabia es una de las más conocidas y con mayor historia de investigación, que se remonta a más de 5,000 años de estudios y observaciones, incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS) designó el 6 de julio como Día Mundial de las Zoonosis debido a que ese día, en 1885 Louis Pasteur aplicó la primera vacuna antirrábica a un niño que había sido mordido por un perro con rabia, afortunadamente después de esto el niño logró sobrevivir; fue entonces cuando comenzó la historia de éxito de vacunación contra la terrible enfermedad. También el 28 de septiembre fue nombrado el día mundial contra la rabia y el cual muchos países conmemoran organizando campañas de vacunación masiva.

La transmisión de la rabia es siempre por contacto directo con saliva infectada (mordedura o arañazos) sin embargo los signos clínicos no aparecen de manera inmediata, es una enfermedad con una mortalidad cercana al 100%, su período de incubación es generalmente de 1 a 3 meses pero puede ser tan oscilante que va de 1 semana a 1 año posterior al contacto con el animal infectado, esto dependerá directamente del sitio y forma de inoculación del virus en el individuo, de su sistema inmunológico y la carga vírica con la que se haya tenido contacto.

Posterior al contacto directo con el animal, los primeros signos clínicos como ya dijimos pueden tener un período de presentación muy variado y comenzar solamente con hinchazón y dolor en el sitio de la mordida, así como una sensación de entumecimiento en el área, posteriormente puede derivar en rabia furiosa o rabia paralítica; en la primera, encontramos los signos más comúnmente relacionados a la enfermedad como excitación, comportamiento errático, agresividad, salivación excesiva y alucinaciones; en la forma paralítica se desarrolla una parálisis ascendente y una cuadriplejia pero sin delirio. La gravedad y mortalidad de esta enfermedad fue lo que hizo que a nivel mundial se llevaran a cabo grandes campañas de vacunación, educación y concientización.

Actualmente la mayoría de los países de las América latina han eliminado la enfermedad. La rabia canina solo permanece endémica en Bolivia, Guatemala, Haití y República Dominicana, mientras que, en Argentina, Brasil, Cuba, Perú, y Venezuela, se presentan actualmente casos localizados que representan el 10% del total.

México por su parte en noviembre del 2019 fue validado por la (OMS) como el primer país en eliminar la rabia canina como problema de salud pública.

A diferencia de la situación en América; Asia y África siguen presentando grandes cantidades de casos y muertes por rabia, hay aproximadamente 61 mil muertes por rabia al año, de las cuáles el 95% ocurren en dichos continentes y el 40% de los casos se da en niños menores de 15 años. La OMS tiene como meta eliminar a nivel mundial el número de casos de rabia canina para el año 2030.

A pesar de que la rabia canina sigue estando presente en todos los continentes (excepto en la Antártida) continuar con los esfuerzos de vacunación y educación masiva crea un panorama alentador y positivo para llegar a eliminarla, aun cuando nos encontremos en una región en donde los casos han disminuido significativamente es nuestra responsabilidad como médicos veterinarios y también como propietarios es continuar con los esfuerzos de vacunación para poder mantener un estatus libre en cuanto a materia de salud pública se refiere, ya que ningún ser vivo debería morir por una enfermedad 100% prevenible; por otra parte y no menos importante, nadie quisiera ver a su mascota o a un ser querido transitar y morir por una enfermedad tan aparatosa como la rabia.

Referencias:

1. OMS, Rabia. Datos y cifra. Octubre, 2020. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/rabies

2. Organización mundial de sanidad animal. Enero, 2013. Una sola salud. https://www.oie.int/es/una-sol....

3. Organización Panamericana de la Salud. Septiembre, 2018. Cuatro países de América Latina y el Caribe, los únicos donde la rabia canina sigue actualmente activa. https://www.paho.org/es/noticias/21-9-2018-cuatro-paises-america-latina-caribe-unicos-donde-rabia-canina-sigue-actualmente#:~:text=La%20mayor%C3%ADa%20de%20los%20pa%C3%ADses,representan%20el%2010%25%20del%20total.